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martes, 22 de noviembre de 2011

AMOR 12: Amor incondicional por Elena Moreno


Traducción del inglés al español

Vamos a hablar acerca del Amor incondicional, ese Amor que sentimos por las personas especiales en nuestras vidas.  

No hay duda de ello, este tipo de amor tiene una cualidad que lo distingue del romance o el deseo.  Existe una innegable conexión espiritual en el profundo Amor incondicional, una comunión de Espíritu a Espíritu.

Para que podamos entender el verdadero Amor incondicional, tenemos que profundizar en la composición fundamental del cuerpo Espiritual.  En consecuencia, me resulta útil echar un vistazo a nuestras percepciones de Dios. Permíteme aclarar que no estoy hablando de religión o sentimientos religiosos, estoy hablando de nuestra espiritualidad fundamental. ¿Qué hay en la Divinidad que es diferente de la experiencia humana?  ¿Cómo podemos los seres mortales conectarnos con este Gran Creador?  ¿Podría ser que nuestra dimensión espiritual también nos ayuda a conectarnos y compartir muchas características extraordinarias de la Divinidad con nuestros seres queridos? 

Las diferentes religiones y escuelas filosóficas se refieren a Dios como Allah, el Creador, el Absoluto, la Fuerza Suprema y el Todo. Sin embargo, no importa el nombre que desees utilizar, la realidad es que Dios es incognoscible. No podemos decir con certeza quién, cómo o qué es o no es Dios.  Incluso, si pudiéramos conocer a Dios, nuestros intentos de utilizar nuestro lenguaje finito, para explicar lo Infinito, sin duda sería un fracaso.   

Personalmente, no creo que los seres humanos podamos comprender la inmensidad de Dios; sin embargo, podemos inferir algunos de los atributos de Dios. Tres palabras, en particular, vienen a mi mente: omnipotente, omnisciente y omnipresente. Dios puede hacer cualquier cosa. Dios lo sabe todo. Dios está en todas partes. Esto es lo que yo llamo las tres "omnis". Además, creo que hay cuatro atributos relevantes que podemos reconocer: Dios es inmortal, eterno, absoluto e inmutable.  Esto significa que Dios no nació y nunca morirá.  Dios es sin tiempo. Dios está completo y Dios nunca cambiará.

¿Cómo funcionan estos atributos divinos en comparación a la manera en que nos comportamos en este plano transitorio de existencia?  Somos mortales, por lo que nacemos y moriremos. Tenemos un cuerpo, por lo que nos enfrentamos a limitaciones físicas.  Estamos todavía en evolución y, por lo tanto, estamos incompletos y sujetos al error.  Y nuestro Universo está sujeto a cambios.  En suma, necesitamos condiciones específicas para mantenernos: comida, vivienda, agua, sol y aire. Pero Dios no depende de nada porque Dios es todo. No hay nada que no sea Dios. 

La esencia de mi punto es ésta: Cuando experimentamos el Amor incondicional, éste también es inmortal, eterno, absoluto e inmutable. Así que ya ves, el Amor incondicional expresa cualidades divinas.  Por otro lado, el amor mundano está conectado con el ego y las expresiones de la separación.  Es el coche que deseas, el perrito lindo que adoras o la bebida caliente que deseas llevar a la cama.  Estos son tipos de atracciones y enamoramientos materiales y emocionales que experimentamos en la vida cotidiana. La atracción ordinaria, es muy diferente del Amor espiritual, porque el Amor incondicional verdadero se lleva a cabo en un plano superior de conciencia.

La expresión de este Amor está más allá de las emociones mezquinas de la vida cotidiana.  Nuestro lado humano siempre está presente, pero el Amor incondicional es una expresión de nuestra divinidad interior y fluye de una unión con la divinidad de la otra persona.  Cuando amas a alguien a este nivel, no le pones condiciones a él o ella. No tienes la necesidad de conquistar o poseer a la persona amada.  Este Amor no es egoísta o artificial.  Este Amor tan especial no se restringe, limita o exige nada de la otra persona.  Es simplemente Amor puro.

En este punto, hagamos un pequeño repaso.  ¿Ves las diferencias entre la personalidad y el espíritu?  ¿Entiendes que el ego y la auto condena cambian la forma en que amamos?  ¿Ves cómo el Amor incondicional es independiente del cambio de las circunstancias?  ¿Es justo decir que el afecto, que se deriva de los niveles físico y emocional, es variable mientras que el Amor que se desarrolla a nivel espiritual es firme y verdadero?

 Para practicar:
     Te animo a pensar en la gente que amas incondicionalmente.
     Pon atención en cómo son únicas y preciosas cada una de estas relaciones.
   Responde esta pregunta: ¿Eres capaz de extender el amor incondicional a un completo extraño?

Crédito de la foto: BROTHER AND SISTER
© Jean Schweitzer | Dreamstime.com

AUTOHIPNOSIS por Ma. Elena García



Hace  tres años tuve que someterme a una operación. Recuerdo claramente cuando estaba en el quirófano y el anestesiólogo me decía “voy a ponerle la anestesia, no se mueva”, por supuesto yo estaba quieta; sin embargo, cuando la aguja se introdujo en algún punto de mi columna vertebral, mi pierna derecha se movió en un reflejo incontrolable. “Le dije que no se moviera”, dijo molesto el médico; le contesté que yo no me  quise mover, que mi pierna se movió sola. “Pues voy a ponerle la otra dosis, así que no se mueva, ordenó” 

Lamentablemente sucedió lo mismo, sólo que esta vez fue mi pierna izquierda la que involuntariamente se movió, seguida por el reproche del anestesiólogo. No sé si fue lástima o tristeza lo que sentí por él y por su falta de humanidad para tratar a los pacientes. Queriendo autotranquilizarme empecé a orar por él, enviándole Amor y así me fui perdiendo en el profundo sueño de la inconciencia.

Lo anterior lo relato porque fue la causa de un gran aprendizaje; como dice el refrán “no hay mal que por bien no venga”. A los tres días de operada era incapaz de sostener mi cabeza en posición normal, si la trataba de enderezar me daban unos dolores tan agudos e insoportables que tenía que bajarla y poner la frente a la altura del pecho, era peor que si estuviera jorobada.

En mi desesperación pensé que eran los músculos que estaban cansados por los días que llevaba en cama y entonces busqué un doctor masajista que hacía meses me había recomendado una amiga. Pero resultó que no solo era especialista en masajes, sino que además daba la terapia reiki y era psicólogo. Sin mucha demora me puso en un estado de trance para saber si mi dolor se debía a que estaba pasando por la etapa de duelo, debido al órgano que me habían quitado en la operación. Ese no era el motivo de mi malestar y por lo mismo no funcionó; sin embargo, eso ayudó porque ahí le comenté la actitud del anestesista y lo pesada que sentí su energía. Nuevamente el doctor me indujo al trance y esta vez “aprisionamos” el dolor en mi puño izquierdo para reducir su intensidad.

Preocupado por mi caso, el doctor se puso a investigar, al día siguiente me llamó y muy contento me dijo “ya sé qué tiene, no se preocupe, en cuatro días más usted va a estar bien, la espero mañana para su siguiente terapia”. Me comentó que seguramente me lastimaron cuando me pusieron la anestesia y que el cuerpo, en su sabiduría innata, necesita siete días para regenerar las células dañadas. Y sucedió tal como lo predijo, fue increíble constatar el poder que tiene el  organismo para sanarse a sí mismo.

Las terapias concernientes al caso terminaron y fueron seguidas por otras que me ayudaron a trabajar con algunas cuestiones emocionales que, como la mayoría de los humanos, cargaba con ellas sin darme cuenta y las cuales ya no eran útiles, más bien eran cargas que frenaban mi crecimiento espiritual. Y así de cita en cita mi terapeuta me hizo consciente primero, de lo que es un trance hipnótico y luego, de mi facilidad para pasearme a voluntad del estado consciente al hipnótico y viceversa.

Estar en trance es una experiencia increíble, tu cuerpo está totalmente relajado y lo dejas ahí apaciblemente para entrar en una vibración superior desde donde puedes trabajar para sanar alguna cuestión física, emocional o para orar por el bienestar de la familia, del planeta, de la humanidad o simplemente pones tu mente en blanco y disfrutas de ese maravilloso estado de paz. Eso era en general, lo que yo hacía.  

Hace unos meses asistí al curso “autohipnosis para sanar el alma” que mi terapeuta impartió; en cierto momento del curso el doctor nos dijo que pensáramos en algún problema que nos inquietara y nos proporcionó una hoja para anotar tres cuestiones, la primera era la pregunta ¿Qué cosa estaré haciendo cuando el problema ya se está solucionando? Eso me puso en aprietos pues desde hace años dejé de usar la palabra “problema” para referirme a cuestiones que tengo que resolver en mi vida. Todos los asistentes habían hecho sus anotaciones menos yo y le dije al doctor: “esa palabra problema me metió en un problema porque no sé qué escribir, es que no tengo ningún problema en mi vida” y dijo que no necesariamente tenía que ser un problema sino algo que quisiera hacer, algún proyecto, etc.

Entonces ví la luz, cuando vino a mi mente el próximo inicio del curso de música, al que me había inscrito para aprender a tocar la viola y el cual era un gran reto en mi vida, porque de música sólo sabía el nombre de las notas musicales. Así que la respuesta a la pregunta fue: estaré aprendiendo música. Posteriormente entramos en trance y, sin haber sostenido nunca antes físicamente una viola en mis manos, ahí en ese nivel de conciencia, mi cabeza giró hacia el costado izquierdo para ayudarle a mi mano a sostener el instrumento, mientras que la derecha sostenía el arco que iba y venía rosando sus cuerdas. Todo era tan real que acrecentó mi confianza en que sí lograría realizar mi sueño. Pues en esos pocos minutos ya había avanzado bastantes clases de música.  Esta experiencia fue excelente porque aprendí a utilizar el trance para darle fuerza y vida a mis proyectos.

En el siguiente trance teníamos que identificar alguna cuestión emocional desagradable y deshacernos de ella.  Otra vez batallé para encontrar algo que trabajar y mi mente se detuvo en un “pequeño estrés” que me provocaba la presencia de una persona muy querida. Antes que el doctor diera indicaciones precisas yo ya había transmutado la vibración de esa energía incómoda en un hermoso corazón rojo, lleno de amor y tan real que casi podía oírlo hablar; por supuesto que no seguí la indicación del doctor de deshacerme de esa energía, al contrario, con suavidad atraje  el corazón hacia mí y nos unimos plenamente, es decir, ahora la energía incómoda estaba transmutada en amor y volvía a ser parte de mí. Eso me hizo reflexionar que cada uno de nosotros tenemos cierta cantidad de energía vital y a veces permitimos que partes de ella se conviertan en miedo, rencor, envidia, celos, resentimientos, etc.; y si queremos volver a encontrar nuestro centro y sentirnos tranquilos y felices, entonces debemos transmutar esa energía a su pureza original y la autohipnosis es una de las herramientas que podemos utilizar.

Estas experiencias las comparto contigo porque intento motivarte a buscar ayuda psicológica si tienes problemas en el trabajo, con los hijos, los padres, la pareja o si sientes que algo falta en tu vida pero no puedes definir qué es. No es que estemos locos, todos los que nos creemos “normales” necesitamos un especialista que nos ayude a reconocer nuestras fortalezas y a utilizarlas para cambiar lo que nos molesta o visualizar con más claridad nuestros proyectos y el sendero a seguir. Después, con la práctica, tú mismo te sanarás, pues como dijo Albert Schweitzer “Los enfermos llevan en su interior a su propio médico”.  

martes, 15 de noviembre de 2011

Vivir bien 1: AMIGOS Y FAMILIARES, por Elena Moreno


Traducción del inglés al español
 
"La felicidad sólo es real cuando se comparte"
-Christopher McCandless
 
Nunca subestimes el valor de la familia y los amigos. En los buenos y malos momentos, todos necesitamos amor y apoyo para calmar nuestros temores y sentirnos protegidos. El todo es más fuerte que las partes. La intimidad, el compañerismo y el sentimiento de ser parte de una relación de amor son algunos de los indicadores más significativos de la felicidad y la apreciación de la vida. Sentimos una gran comodidad y tranquilidad al saber que no estamos solos.

Cuando tuve una enfermedad repentina y estuve incapacitada por meses las posesiones, como mi cama confortable, no significaban nada para mí; los amigos y familiares lo eran todo. Poco es más valioso que un amigo cercano al que puedes acudir siempre para cualquier cosa. Y cada uno de nosotros necesita oportunidades para apoyar a los demás de manera significativa. Los seres humanos necesitamos interactuar - ser parte de-. Necesitamos sentirnos útiles.  

Tan individuales como nos esforzamos en ser, todos tenemos una necesidad fundamental de unirnos con los demás ... al Amor. Cuando no somos capaces de hacerlo nos sentimos estresados e inseguros. Es más probable sentirnos vulnerables al estar solos que cuando estamos abrazados por aquellos a quienes amamos. Los estudios demuestran que las personas sociables son más saludables, viven más tiempo y tienen vidas más productivas que la gente que tiene pocos amigos. 

 Curiosamente todos tenemos miedo de ser incomprendidos o rechazados cuando conocemos gente nueva. Libérate de tu temor pensando que la otra persona probablemente también tenga sus propios temores de ser rechazada o incomprendida. Cuando haya oportunidad aprovéchala, extiende  la mano para hacer un nuevo amigo.

Para practicar:
  1. Relaciónate con los miembros de tu familia: coman juntos, comuníquense a través del correo electrónico, por teléfono y frecuenten las visitas; asegúrate de expresar tu preocupación por ellos.
  2. Reúnete con amigos al menos una vez a la semana.
  3. Participa en conversaciones significativas que te conecten con la otra persona; intercambien ideas. Busca temas que tengan una discusión real.
  4. La próxima vez que te encuentres en una reunión y veas a alguien que no conoces, preséntate. Haz que los demás se sientan bienvenidos e incluidos.

Nuestros ancestros: La mujer, prueba de la civilización


                                                                Traducción del inglés al español


El Espíritu de las mujeres indígenas
Se ha dicho que la posición de la mujer es la prueba de la civilización, y la de nuestras mujeres era segura. En ellas estaban investidos nuestros estándares morales y la pureza de nuestra sangre. 

La esposa no tomaba el apellido de su esposo ni entraba en el clan de él y los niños pertenecían al clan de su madre. Todos los bienes estaban en manos de ella; la descendencia se marcaba en la línea materna y el honor de la casa estaba en sus manos.

La modestia era su adorno de jefa, por lo que las mujeres más jóvenes eran por lo general silenciosas y reservadas; pero una mujer que había alcanzado la madurez y sabiduría de años o que había demostrado un notable valor en alguna emergencia, era invitada algunas veces a sentarse en el Consejo.

Así, ella gobernó sin discusión dentro de su propio dominio y fue para nosotros una torre  de fortaleza moral y espiritual.




Foto: "Good Day Woman - Ogalala - Teton Sioux", by Edward S. Curtis
Recollections by Ohiyesa, Charles Eastman a Wahpeton Dakota

Reprint from THE SPIRIT OF INDIAN WOMEN by Judith Fitzgerald and Michael Oren Fitzgerald, published by World WisdomThe Spirit of Indian Women provides a unique glimpse into a world that is almost inaccessible in our time. The Spirit of Indian Women follows the best-selling quotebook Indian Spirit in its approach, but is much more focused on women in Native American civilization. Through the combined power of photos, art, and the wisdom of traditional voices, modern readers can come to feel something of the timeless spirit of Indian women.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Vivir bien 6: LA SENCILLEZ por Elena Moreno

Traducción del inglés al español

La sencillez va más allá de las cosas materiales, se trata de nuestra manera de pensar y nuestra forma de ser.

 La vida es complicada. Nunca entendí bien lo complicada que era hasta que deliberadamente traté de simplificar mi vida. Cuando me casé, trabajamos para establecer nuestra casa; necesitábamos todo - cama, sábanas, ollas y sartenes. Cuando tuvimos los niños realmente nos expandimos. El éxito financiero produjo más incremento de cosas - a menudo no porque las necesitáramos, sino porque podíamos adquirirlas. Los bienes se apoderaron de mí y comenzaron a abrumar  mi vida con las obligaciones y necesidades que provienen de las cosas y todos los agregados. Yo tenía que cuidar de las cosas, mantener las propiedades, y dar mi fuerza de vida a un mero objeto. Me estaba consumiendo sólo por cuidar de mis cosas.


Comencé a disminuirlas, tirarlas, regalarlas y a liberarme de la carga de mis propias complejidades. Para mi gran consternación, parece que no quedó vacío sin llenar. Me gustaría despejar un espacio en la estantería sólo para rellenarlo con otro objeto hermoso que "no podría vivir sin él". Cada vez que diseño mi simplicidad no puedo dejarla sola - la complico. Un simple huerto se convierte en un gran proyecto que produce mucho más de lo que mis amigos y yo podemos consumir. Tengo que aprender a resistir la tentación de mi propia habilidad para manifestar.


Ahora tengo una nueva regla - nada entra en la casa a menos que algo salga. Si yo compro un libro, tengo que deshacerme de un libro. Si compro unos zapatos, tengo que dejar ir un par de los viejos. ¿Voy a mantener el equilibrio de esta manera? El tiempo lo dirá, pero es increíblemente difícil.


La sencillez va más allá de las cosas materiales, se trata de nuestra manera de pensar y nuestra forma de ser. Se trata de aquietarnos y disfrutar la vida que hemos hecho por nosotros mismos. Tomarse el tiempo para apreciar una buena comida - en realidad degustar los sabores y disfrutar de la comida, es una experiencia que realmente aprecio. Disfrutar de la conversación con otra persona. Y también se trata de tomarse el tiempo para oler las rosas o darse cuenta de lo azul que está el cielo hoy. Se trata también de la reactivación y el realineamiento del trabajo en nuestro empleo, para que podamos recuperar el placer de nuestra profesión. O liberarnos nosotros mismos de la violencia autoinfligida del estrés y la ansiedad fruto de una agenda sobrecargada, demasiado estimulante y vida llena de logros. La simplicidad es detenerse de vez en cuando el tiempo suficiente para escuchar la poesía en nuestra mente.

Para practicar:

  • Programa tiempo para la diversión espontánea – sólo porque sí.
  • Elimina el desorden de tu escritorio, tu computadora y tu hogar.
  • Revisa tu agenda y reduce las obligaciones innecesarias. ¿De verdad tienes que aceptar todas las invitaciones? ¿Debes unirte a tantos comités? ¿Realmente tienes que ir de compras todos los días?
  • Programa una hora libre para dejar que algo espontáneo ocurra.
  • Busca maneras de hacer menos complicado tu trabajo, tu hogar, tu apariencia y tus relaciones.
  • Encuentra soluciones simples a un problema antes de que se convierta en una crisis complicada.

Libro: La maestría del amor, por el Dr. Miguel Ruiz


Creo que hay libros que "llegan" a nuestra vida cuando los necesitamos o estamos preparados para entender la enseñanza que nos comparten sus autores, en mi caso "La maestría del amor" escrita por el Dr. Miguel Ruiz estuvo en mi buró casi un año pues no estaba preparada, había un algo que me negaba... Ahora que mi vida me enfrentó con mis sentimientos, creencias, expectativas y todas mis limitantes personales, acudí a su lectura, acepté su voz y la dejé fluir.

Entendí porqué no quería leerlo, no fue porque supiera amar sino porque tenía miedo... Miedo a la vida, miedo a aceptar que mi guía personal no era el amor sino mis miedos... A equivocarme, a perder mi pareja y miles de miedos más, pero a fin de cuentas el MIEDO es el que guía mis acciones y digo guía por que leer un libro como éste no es una cápsula milagrosa, es trabajar día a día con nuestro interior.

Por obvias razones y respetando el derecho de autor no comparto el libro completo, pero les ofrezco algunos párrafos que me estrellaron con mi realidad, no del modo negativo, más bien me abrió las puertas a trabajar conmigo, con mi amor.

Del capítulo: El hombre que no creía en el amor.
"Si tomas tu felicidad y la pones en manos de alguien, más tarde o temprano, la romperá. Si le das tu felicidad a otra persona, siempre podrá llevársela con ella. Y como la felicidad sólo puede provenir de tu interior y es resultado de tu amor, sólo tú eres responsable de tu propia felicidad. Jamás podemos responsabilizar a otra persona de nuestra propia felicidad, aunque cuando acudimos a la iglesia para casarnos lo primero que hacemos es intercambiar los anillos. Colocamos la estrella en manos de la otra persona con la esperanza de que nos haga felices y de que nosotros la haremos feliz a ella. No importa cuánto ames a alguien, nunca serás lo que esa persona quiere que seas."

Del quinto capítulo: La relación perfecta.
"Imagínate una relación perfecta. Siempre te sientes feliz con tu pareja por que vives con el hombre o la mujer perfecta para ti. ¿Cómo describirías tu vida con esta persona? Bien, la manera en que te relaciones con ella será, exactamente, la manera en que te relacionas con un perro. Un perro es un perro y hagas lo que hagas, seguirá siendo un perro. No puedes convertir un perro en un gato o en un caballo; es lo que es.

Aceptar este hecho en tus relaciones con otros seres humanos resulta fundamental. No es posible cambiar a las personas, las amas tal como son o no las amas; las aceptas tal como son o no las aceptas. Intentar cambiarlas para que se ajusten a lo que tú quieres que sean es como intentar que un perro se convierta en un gato o que un gato se convierta en un caballo. Es un hecho: son lo que son y tú eres lo que eres."

Sé que habrá quienes digan que lo anterior es obvio, pero si es tan obvio ¿Por qué en su mayoría buscamos ser lo que no somos o que sean lo que no son las personas a quienes decimos amar?... Por miedo. Este libro es una invitación a redireccionar nuestro yo al amor, a la aceptación y a la fluidez que da vibrar simplemente con lo que somos, amarnos para ser libres y amar.

Ojalá puedan conseguir este libro y sea de su agrado, esperamos sus opiniones.

martes, 1 de noviembre de 2011

Nadie quiere morir por Steve Jobs

Traducción del inglés al español

"Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo no quiere morir para llegar allá. Y sin embargo, la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. 

Y así es como debe ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Ella elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo lo nuevo eres tú, pero algún día no muy lejano, gradualmente llegarás a viejo y serás eliminado. Siento ser tan dramático pero es muy cierto.
 
Tu tiempo es limitado, así que no lo desperdicies viviendo la vida de alguien más.

No te dejes atrapar por el dogma - que es vivir con los resultados del pensamiento de otra gente.

No permitas que el ruido de las opiniones ajenas silencien tu propia voz interior. 
Y lo más importante, ten el coraje de seguir tu corazón e intuición. De algún modo ellos ya saben lo que realmente quieres llegar a ser. Todo lo demás es secundario".
 
  Steve Jobs, 1955 ~ 2011

 
Gracias Steve. Has sido un gran amigo. Te extrañaré profundamente .... Elena

VIBRACIÓN, El Kybalión



Desde el TODO, que se considera puro espíritu, hasta la forma más burda de materia, todo está en vibración: cuanto más alta es ésta, tanto más elevada es su posición en la escala. 

La vibración del espíritu es de una magnitud infinita; y es tanta, que se puede considerar prácticamente como si estuviera en reposo, de la misma forma que vemos una rueda que gira rápidamente y nos parece que está sin movimiento. Y en el otro extremo de la escala hay formas de materia tan densa, que su vibración es tan débil que parece también estar en reposo.

 Entre ambos extremos hay millones de millones de grados de intensidad vibratoria. Desde el corpúsculo y el electrón, desde el átomo y la molécula, hasta el astro y los universos, todo está en vibración. Y esto rige por igual en todo lo que respecta a los estados o planos de la energía o fuerza (lo cual no es más que un determinado estado vibratorio), y a los planos mentales y espirituales. 

                                                                                   El Kybalión, por Tres Iniciados