Todo lo que tenemos en nuestro cuerpo obedece a una razón de
utilidad, algunas muy obvias otras no tanto pero igual cumplen una función, se
dice que el hígado es el mayor laboratorio que tenemos, que el corazón provee
de sangre y oxigeno a todo el cuerpo, que los pies sirven para caminar, las
manos para trabajar, los ojos para ver, los oídos para oír etc. Y en esto
estamos de acuerdo porque son obvias las tareas que cada uno desarrolla. pero que de la función de un lunar o las
subidas y bajadas de nuestros intestinos, las plaquetas, los glóbulos rojos y
blancos, la saliva, la sangre, la linfa etc. Esto ya no es tan obvio, sin embargo
con tantos estudios que se les han realizado podemos tener de manera muy clara
su función en nuestro cuerpo.
Ahora involucrémonos en la función del cerebro, este es un órgano
del cual se aun se sabe muy poco, aunque hoy por hoy nos parezca sorprendente,
mas sin embargo, aun sin una definición totalmente científica el cerebro no
esperara a que esto suceda para realizar su función.
Así de esta misma manera el cabello y la barba tienen su
propia función, una para captar la energía masculina y la otra para captar la energía
femenina.
En nuestro caso que es el cabello largo, diremos que es el
sistema de antenas más efectivo que tenemos, por medio del cual nos conectamos
con el universo y así captar o estar en relación con los sistemas vibratorios
que nos son comunes. Y esto es independientemente de la energía a la que
estemos ligados, por lo que si somos investigadores tendremos mayor oportunidad
de encontrar las respuestas, si somos religiosos todavía lo seremos aun mas ya
que captaremos este tipo de energía, actuando nuestro cabello como un imán.
El cabello largo es en cierta manera símbolo de espiritualidad.
Refiriéndonos a grandes personalidades como Jesucristo, Huiracocha, Quetzalcóatl,
Moisés. Por el contrario el cabello rapado es símbolo de religiosidad.
A los niños que se les deja el cabello largo hasta los siete
años se les conoce como nazarenos, y a los siete se les corta, esto según la tradición
iniciática, sirve para que al cumplir el niño tres veces siete (veintiún años),
se conviertan en niños pensadores, niños que analizan y deducen, no niños
intelectuales que todo aprenden y todo olvidan. En cambio cuando un adulto
decide dejarse crecer el cabello por una conexión divina se dice que ha hecho
el voto nazareo.
El cabello largo nos conecta al servicio, a la reflexión, a pensar
sobre todo lo que acontece en nuestro derredor y el pensar nos acerca a la intuición,
que a su vez nos da la certeza de tener a dios a nuestro lado, aunque esta
certeza no la podamos explicar, pero que importa si cuando intuimos algo, es
como tener un consejero a nuestro servicio.
El cabello largo es una herramienta que podemos usar y solo
sabremos su función hasta cuando lo realicemos, poco a poco llegaran ideas y
pensamientos más profundos, con un paso delante que lo ordinario.
Todo tiene una razón de ser, así que el cabello largo no
necesariamente es solo por la moda del momento.