"Muchas personas viven, pero no tocan el milagro de estar vivas”. Thich Nhat Hanh
Afuera aún está oscuro, el mundo permanece dormido mientras escribo estas
palabras, y acabo de terminar mi meditación de la mañana. Me tomo mi café y saboreo el silencio, la quietud, el momento de poder pensar
sin que me distraiga el internet o alguna otra cosa. Saborear... es un acto mágico.
Saborear se aplica generalmente a la buena comida: toma un simple cuadrado de
chocolate oscuro y ponlo en tu boca, pero no lo mastiques ni lo devores. Déjalo
reposar allí, mientras lo disfrutas, notando sus pedazos terrosos, los toques
de cítricos, la riqueza de su textura que se deshace en tu boca. Muy a tu pesar
tienes que tragarlo después de retenerlo, apreciando plenamente lo exquisito
que está y te das tiempo para pensar en las personas que cultivaron las
semillas, que las tostaron, molieron y las pusieron en este delicioso cuadrito.
Pero saborear la comida es sólo el comienzo: se puede saborear cualquier cosa,
y deberías hacerlo. Es maravilloso. Y lo cambia todo. Saborear te puede enseñar
a ser consciente, a dejar la desidia por un lado para finalmente ponerte a hacer
ejercicio, comer menos y más saludable, vivir la vida en el presente y mucho
más. Veamos cómo. Y, mientras lees esto, te invito a que disminuyas la velocidad de
tu práctica habitual de leer con rapidez, y saborear la lectura de este
artículo.
La Práctica
La degustación de un cuadrado de chocolate negro es una buena práctica que
puedes hacer una vez al día. Me gusta usar el té, que me enseñó mi amigo Jesse of
Samovar Tea Lounge, porque es tan ligero (en comparación con las bebidas de
café azucaradas) que tienes que poner mucha atención para obtener el máximo
provecho de ella. Al saborear el té, el chocolate o un puñado de semillas... relájate. Pon mucha
atención - cuanto más concentrada la atención, más profunda es la degustación. No
te precipites a la siguiente cosa, detente y dedícale un poco de tiempo a esta la
actividad. Despreocúpate por lo que tienes que hacer después, estás disfrutando
plenamente el presente. Esto es saborear, y requiere práctica. Puedes hacerlo justo ahora, donde quiera
que estés: haz una pausa y mira a tu alrededor y disfruta de este momento.
Incluso si no parece que sea especial porque, seamos sinceros, has hecho lo que
estás haciendo una y mil veces, saboréalo. Aprecia el regalo que te has estado dado.
Esta es una práctica que puedes hacer varias veces al día – encuentra algunos
rituales para saborear; ya sea disfrutar tu té de la mañana o tu café (sin
azúcar) o tomar un baño, o leerle a tu hijo, o tener un ritual del té a media tarde,
o acurrucarte con un ser querido. Entre más practiques, mejor lo disfrutarás.
Negligencia
Posponemos algunas cosas porque nos incomoda realizarlas y en vez de eso queremos
hacer las cosas más cómodas (más fáciles o más familiares). No queremos
escribir ese informe, artículo o capítulo, porque es difícil, y es más fácil ver
los emails y cuidar de un montón de pequeñas tareas. Es más fácil dejar fuera esas
tareas temidas. Pero saborear puede ayudar. Tomemos como ejemplo la escritura (el proceso es el
mismo para cualquier cosa, ya sea limpiar tu cuarto de baño o calcular los
impuestos)... tienes algo para escribir y sabes que es importante. La forma más
habitual es decir: "Bueno, yo debo escribir esto, pero primero checaré si
algo importante llegó a mi correo electrónico... y tal vez mi Twitter y
Facebook también... oh, ¿Qué es este artículo tan interesante que he encontrado?"
Cuando saboreamos, tomamos esta tarea de escribir y nos tranquilizamos. Le
damos un poco de espacio a la tarea - sin cambiar rápidamente a la siguiente
cosa. Le prestamos atención y encontramos sus aspectos agradables. Y, de hecho,
cualquier actividad los tiene, si nos detenemos y prestamos atención. Cuando
saboreamos, nos damos cuenta de estas cosas, y disfrutamos plenamente. Nos deleitamos
en el momento de hacerlas, y nos dejamos envolver en su placer.
Así que en lugar de cambiar a algo más, nos sentamos allí con la escritura. Nos
percatamos de nuestro deseo de cambiar y lo dejamos ir - después de todo,
estamos saboreando esto, así que no podemos cambiar! Recordamos otras cosas que
tenemos que hacer, y las dejamos ir también. Estamos aquí, saboreando. Escribimos, y al hacerlo observamos cómo se sienten nuestros dedos mientras se
mueven sobre las teclas, y disfrutamos al plasmar nuestros pensamientos en la
pantalla, y observamos nuestra respiración, nuestros hombros, nuestra
mandíbula, las piernas, los pies al sentarnos y escribir. Sabemos que muchas
personas no tienen la suerte de darse el lujo de escribir y por eso estamos
agradecidos por este momento, que, sin embargo, es fugaz.
Haciendo la actividad perfecta ahora
Hoy en día una fuente constante de ansiedad para la mayoría de la gente es
que podemos hacer casi cualquier cosa en cualquier momento. Y nos preguntamos:
"¿Estoy haciendo lo correcto en este momento?" ¿O mejor debería estar
haciendo ejercicio? ¿Debo estar revisando lo que está pasando en mis redes
sociales? ¿Hay otras personas haciendo algo mejor? ¿Hay una mejor manera de
hacer esto, una mejor herramienta, un método más inteligente, una forma más
rápida? Cuando saboreas, puedes eliminar esta ansiedad. Estás disfrutando esta
actividad, por lo tanto, deja que todos los demás pensamientos se vayan y enfócate. Le das su espacio a esto, lo haces
y lo aprecias en plenitud. Y así sabes que estás haciendo la actividad perfecta
en este momento, sea lo que sea, porque nada puede ser tan delicioso como
saborear este momento.
Comer concientemente
Uno de los problemas que causa que mucha gente tenga sobrepeso es que comen
demasiado (se podría decir que es el problema principal). Una gran razón por la
que la gente come demasiado es que comen grandes cantidades de comida
rápidamente. Es sabroso, por eso hay que comerlo rápido! Y conseguir un poco
más! Lo sé porque lo hice durante años. Y todavía, de vez en cuando.
Pero también he aprendido y me doy el tiempo para disfrutar mi comida. Y cuando
lo haces, no sólo la metes a tu garganta, sino que haces una pausa por cada
bocado (no tomas el siguiente bocado, tan pronto como pusiste el último en tu
boca) y le das el tiempo, y te deleitas con él. Esto significa que realmente notas cada sabor de esa porción, su textura, y
reflexionas sobre su origen, quién la hizo, lo que entró en ella (esperamos que
no sean químicos!), Y lo que va a hacer por nuestro cuerpo.
Es difícil comer en exceso cuando saboreas cada bocado sin prisas. De esta manera,
también se puede aprender a disfrutar de los alimentos más saludables, como
verduras de hojas verdes o almendras crudas y las nueces o el tempeh o tofu.
También puedes comer de manera saludable la mayor parte del tiempo, y luego
disfrutar de un poco de pastel de cumpleaños sin exagerar, ya que sólo necesitas
un poco para poder saborearlo.
Ejercicio
Me encanta hacer ejercicio. Es una declaración que la mayoría de la gente
probablemente no haría. Me encanta el ejercicio de un buen entrenamiento duro,
la buena sensación de levantar algo pesado, sentir la tierra moviéndose bajo mis
pies mientras corro en silencio. La mayoría de la gente le teme al ejercicio, y por eso lo descarta. Pero tú
puedes disfrutar de una sesión de ejercicios. Puedes disfrutar de una buena
caminata, una carrera o un paseo. Date un poco de tiempo para entrenar y estar consciente
de ello en el momento que lo haces, observa plenamente tu cuerpo mientras se
mueve y trabaja, observa tu respiración y los pies al tocar el suelo, toma
conciencia del aire, los olores y los paisajes que te rodean. Saborear el ejercicio hace que sea más agradable, te invita a que lo hagas y hace
que el tiempo que pasas haciéndolo sea perfecto.
Viviendo en el Presente
Disfruta todo lo que haces, cada experiencia. No hay un momento que no pueda
ser saboreado - incluso esos momentos de rutina, incluso esos momentos en los
que estás teniendo un conflicto con otra persona, incluso aquellos momentos en
los que estás solo, sin nada que hacer. Saborear es tratar de aprender a vivir en el presente, disfrutar plenamente el regalo
de cada momento, para darle el tiempo y la atención que se merece. Se necesita
practicar, pero es una deliciosa práctica.
“Mientras caminas
y comes y viajas, debes estar donde estás. De lo contrario perderás la mayor
parte de tu vida” ~ Buddha
Leo
Babauta is a simplicity blogger & author. He created Zen Habits, a Top 25 blog (according to TIME
magazine) with 260,000 subscribers, mnmlist.com,
and the best-selling books focus, The Power of Less, and Zen
To Done.
Babauta
is a former journalist of 18 years, a husband, father of six children, and in
2010 moved from Guam to San Francisco, where
he leads a simple life.
Posted 16th January by The Empowerment Weekly
Traducción del inglés al español hecha por Destellos del Saber