Traducción del inglés al español
Slot Canyon, Arizona |
Para entender el cuerpo mental, primero
tenemos que ver la realidad material y energética de los cuerpos Físico y
Emocional. Ellos se reconocen fácilmente porque ambos son verificables
físicamente. Cada uno se basa en nuestros sentidos para proveernos de la vasta
información derivada de las experiencias objetivas de la vida. Todo lo del
exterior proviene a través de los sentidos como datos; nuestro cerebro procesa
la información, hace conclusiones, toma
decisiones, planea, ejecuta y archiva en la memoria. Así, hay una reserva
interior a la que podemos tener acceso y,
aunque la mayoría de la gente no puede explicarse cómo o porqué somos
capaces de lograr ese acceso a ella, experimentan regularmente esta conciencia.
Vamos a ver cómo el cuerpo mental es diferente
de los cuerpos físico y emocional:
- El cuerpo mental no toma información de los sentidos, simplemente sabe.
- El cuerpo mental no requiere del cerebro para procesar la información.
- Nuestro cuerpo mental sabe por la conexión directa a otras partículas de Mente.
- El cuerpo mental puede ejercer una VOLUNTAD capaz de sobrepasar la información de los sentidos.
Fui a la
tienda por unos pocos comestibles para la comida. Cuando pasé por la
mantequilla sentí que necesitaba comprar una. Mi cerebro me
dijo que había suficiente mantequilla en casa. Sin embargo, el sentimiento era muy fuerte, así que
regresé y la puse en la canasta. Cuando llegué a casa me encontré con que mi
hijo trajo algunos amigos, habían hecho
palomitas de maíz y usaron toda la mantequilla. Mi “sentimiento” era correcto, yo necesitaba
mantequilla.
El conocimiento directo llega a nosotros
a través de una parte de nuestro ser que es muy sutil y compleja, la cual
requiere de gran atención y observación para entenderla completamente. Aunque
constantemente lo experimentamos, mucha gente no lo identifica como una parte separada y
diferente de las señales del cerebro que recibimos regularmente. En otras
personas esta conciencia está
completamente latente y, aunque pueden
con frecuencia experimentarla espontáneamente, no se dan cuenta que están en un
nivel de conciencia.
Por supuesto, para tener acceso al poder
y la sabiduría de nuestro cuerpo mental, primero debemos reconocer que existe.
Nuestros cuerpos físico y emocional siempre están presentes, fuertes y tan
insistentes que pueden fácilmente aplastar la naturaleza sutil de nuestro
cuerpo mental. Literalmente, con frecuencia no “oímos” la voz interior de la
sabiduría o apreciamos las percepciones de nuestro cuerpo mental porque estamos
demasiado ocupados “haciendo” en vez de “siendo”.
Debemos hacer un esfuerzo coordinado
para reducir la inercia cotidiana, calmarnos y tenerlo presente para que
nuestra voz interior surja y podamos empezar a ver y oír con los ojos y oídos
del alma.
Procura hacer estos ejercicios:
- Siéntate y relájate. Aquieta tu mente y neutraliza tus emociones, sólo vive el momento y permite que tu natural sentido de felicidad emerja. Siéntete armonizado, a pesar de todas tus preocupaciones y miedos. Ahora trata de llevar ese sentido de felicidad y deleite contigo a través de todo el día. Al principio puede que sólo dure unos pocos minutos pero cada día estará contigo más y más tiempo hasta que domine tu ansiedad y estrés. Únete con tu deleite. Sé feliz en vez de sólo divertirte.
- Ve a algún lugar donde puedas sentarte o caminar en la naturaleza y trata de experimentar el ambiente natural con los ojos y oídos de tu alma. Trata de meterte en la naturaleza y sentirte parte de su belleza. Conviértete en una parte integral de la gran pintura; trata de no estar separada, sino unida con ella. Y siempre que veas un árbol o toques el océano u otro aspecto de la naturaleza, trata de hacer una conexión.
- Hay muchos sitios en internet de fotografías excelentes, por ejemplo la sección “explore” de http://www.flickr.com o http://pixdaus.com encuentra una que te guste y observa con calma cada foto para ver qué puedes ver o sentir más allá de la imagen física.
- Ve a algún lugar donde haya mucha gente: una plaza, un restaurant, la iglesia, una calle concurrida. Observa la gente que camina frente a ti y trata de leer su energía. ¿Es su energía clara o borrosa? ¿Está su energía tranquila o turbulenta? ¿Es un ser amable? ¿Es un alma vieja? ¿Parecen perdidos? ¿Te hacen sentir incómoda?