Traducción del inglés al español
La lechuga romana crece como un largo y hermoso manojo con hojas de color verde oscuro y una nervadura central blanquecina. Es una excelente fuente de vitamina A, folatos, vitamina C, manganeso y cromo. Además, la lechuga romana es una muy buena fuente de fibra dietética, vitamina B1, vitamina B2 y de los minerales potasio, molibdeno, hierro y fósforo.
La lechuga romana es saludable para el corazón, ayuda a combatir el cáncer, ayuda a la digestión y a las funciones del hígado. La vitamina A y C de esta lechuga trabajan juntas para prevenir la oxidación del colesterol, lo cual ayuda a reducir la acumulación de placas dañinas en las paredes de las arterias y el potasio ayuda a disminuir la presión arterial.
Los científicos han notado una relación entre los antojos de la lechuga y la presencia del cáncer. Un médico forense británico observó que su esposa había desarrollado de repente una "pasión" por la lechuga. Poco tiempo después descubrieron que tenía cáncer de mama. Por curiosidad, comenzó a investigar las propiedades de la lechuga y encontró que la lechuga es rica en sulphoraphane, una sustancia química natural que puede curar ciertos tipos de cánceres humanos. Se dio cuenta de que el cuerpo de su esposa estaba tratando de curarse a sí mismo del cáncer por eso estaba pidiendo lechuga romana.
Este tipo de lechuga también tiene un alto contenido de beta-caroteno, luteín y zeaxanthin, poderosos anti-oxidantes que ayudan a bloquear el desarrollo del cáncer. Una nueva investigación indica que el riesgo de la formación de pólipos en el colon, que conducen al cáncer de colon, es de 30 a 40% menor en personas cuya dieta es rica en lechuga, especialmente de las variedades con hojas verdes obscuras.
Te recomiendo que incluyas lechuga romana en tu dieta por lo menos de tres a cinco veces a la semana. Si eres diabética, tienes cáncer o sufres de una enfermedad inmune difícil, intenta incluir la lechuga romana en tu dieta diaria.
Si estás inusualmente estresada, deprimida o tienes problemas para dormir trata de comer lechuga romana una o dos veces al día hasta que te sientas más centrado.
Si sientes que tu cuerpo necesita una mayor concentración que la que obtienes a partir de una ensalada, puedes hacer esta bebida refrescante: Mezcla 3-5 hojas grandes de lechuga romana en la licuadora con agua y jugo de limón al gusto. Agrega miel o jarabe de agave para darle sabor. Algunos prefieren colarla, pero para un mejor efecto trata de tomar la pulpa con el jugo. ¡Es una rápida, fácil y refrescante manera de darle a tu cuerpo un impulso adicional!
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