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martes, 17 de mayo de 2011

Visión; diez dedos no pueden oír Por el Jefe Oscar Moreno


Veo lo que está sucediendo en Copenhague. Algunos empujan, otros jalan, pero pocos realmente entienden.

La globalización es un concepto erróneo. Cuando vemos la Tierra desde el espacio sólo vemos la Tierra. No vemos los árboles las casas o las personas, sólo un planeta, un cuerpo sólido.
Se trata de un conjunto donde cada elemento cumple su parte. No está dominada por un poder único. La Tierra es una comunidad que trabaja para un fin común. Todas las plantas, los animales, insectos, minerales, virus, tienen el propósito de trabajar en conjunto con todas las otras partes del planeta, no importa cuán grande, pequeña, rica o poderosa sea.

La globalización es la dominación económica de unos pocos sobre las multitudes. Los poderosos creen que las multitudes actúan según lo dictado por unos pocos. Los fuertes creen en su supremacía y el deseo de que todas las personas y todas las culturas se guíen según su imagen.

Pero te pregunto, ¿puede el oído ser alguna vez lo mismo que el dedo? Ni siquiera los diez dedos pueden oír.
Como tampoco el oído puede siquiera levantar una pluma.

Cada parte del cuerpo tiene su propia función, diferente y única.

La clave para desencadenar la magia de nuestra comunidad global es el común enfoque de los objetivos, la capacidad de unión a pesar de nuestra diversidad. Cada elemento  desgasta su propia piel, se viste con su propia cultura y da cumplimiento a su función propia y única - empujando en la misma dirección.

Esa es la verdadera globalización.