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martes, 23 de agosto de 2011

Cuerpo mental 6. Pensamiento Creativo por Elena Moreno

Traducción del inglés al español

El pensamiento creativo es un producto de la mente. Brota de ese lugar de inspiración original y se abre paso a través de nosotros hasta que somos capaces de darle forma con  palabras, sobre un lienzo, en una canción o quizá a través de un poema.

La Mente Creativa no está restringida por el tiempo y el espacio. Cuando nos concentramos en algo con gran intención y excelencia, nos perdemos en la experiencia. Es como si los límites entre nuestro ser y el sujeto se disolvieran, permitiendo una conexión penetrante que nos otorga una experiencia  inusualmente directa. Cuando esto pasa, con frecuencia perdemos toda noción de tiempo y espacio. Swami Vishnu-Devananda lo describe de esta forma: “Toda experiencia ordinaria está limitada por el Tiempo, Espacio y Causa, nuestra conciencia normal y el entendimiento no trascienden estos límites. Cuando la mente está enfocada, no hay tiempo”.

Muchas veces he experimentado esos momentos cuando estoy haciendo algo creativo. Fui consciente de este fenómeno en mi adolescencia, cuando estaba aprendiendo a coser. Llegué a enfocarme tanto en mi primer  proyecto que perdí noción de todo lo que me rodeaba. Aunque no estaba enfocada en la idea de perfección, sí estaba concentrada en hacerlo bien. Fue como un pensamiento, yo estaba recordando de lo que se trataba todo eso. Era como si ya supiera el proceso y estuviera recordando los detalles. Una hermosa falda emergió frente a mis ojos. Cuando terminé me sorprendí al ver que era de noche, había trabajado todo el día sin sentir el paso del tiempo ni enterarme de ninguna otra cosa, más que de mi labor.

Pocos meses más tarde tuve una experiencia similar cuando trabajé por horas en un proyecto escolar, un mapa detallado del relieve de Greenland. Confeccionado con una mezcla de sal y harina, esculpido en una base de madera y luego pintado intrincadamente. Otra vez mi concentración me llevó a un espacio sin tiempo donde, de alguna manera, obtuve la creación. Una vez que lo hube terminado volví a la normalidad. El producto final estaba realmente hermoso y yo me sentía muy orgullosa, pero los momentos que disfruté profundamente, y que aún puedo recordarlos hoy, fue la ilimitada sensación del actual proceso creativo. Al igual que cuando estaba cosiendo, sentí una claridad inagotable y durante todo el proceso sólo estuve ligeramente consciente de mi alrededor y perdí completamente la noción del tiempo. Para mi sorpresa, aunque había trabajado por horas, no me sentía cansada para nada es más, me sentía súper energizada y emocionada.

Ahora suelo tener experiencias similares cuando hago algo creativo, ya sea pintar, escribir poesía o hacer jardinería; aunque la excepción es cuando intelectualizo. Hace algunos días tenía que escribir un poema para un evento. La fecha límite se acercaba rápidamente, así que me senté y traté de estructurar las ideas que quería expresar. Fue una experiencia infructuosa, nada fluía y el resultado final fue rígido y sin éxito. No estaba conectada realmente con lo que estaba tratando de hacer, solamente utilicé la técnica. Por supuesto, no funcionó. 

Al día siguiente, cuando conducía hacia el aeropuerto para recoger a una amiga, un poema comenzó a fluir. Podía escuchar las palabras sin sonido imprimiéndose en mi mente, eran hermosas e intensas, casi como la música. Paré el coche al lado de la carretera y rápidamente plasmé en un papel una corriente de pensamientos creativos, que fueron la expresión poética perfecta de lo que se me había escapado el día anterior.


Entonces, ¿cuál era la diferencia? El día anterior, estaba usando la información del cerebro para crear un poema con la "estructura técnica" que había aprendido en la universidad; todo lo que hice fue una composición física, sin corazón. Por otro lado, conducir hasta el aeropuerto era como una meditación, mi cerebro se tranquilizó y las listas de cosas "por hacer" y los escenarios "¿qué pasaría si..?" comenzaron a aquietarse. En el silencio de mi calma, fui capaz de escuchar y poner en palabras la expresión creativa de mi mente.


Para practicar:
    * ¿Cómo expresas tu creatividad? ¿Con qué frecuencia permites que tu mente divague de manera creativa? ¿Cómo puedes darte más tiempo creativo?
    * En el trabajo toma una "pausa creativa"; siéntate  tranquilamente quince minutos y date tiempo para el pensamiento inspirado, la solución de un problema o la relajación mental.
    * Trata de aplicar la inspiración creativa en tu vida diaria. En lugar de limitarte a cocinar un platillo, ponle el pensamiento creativo. Rápidamente veremos que un proyecto aburrido se vuelve interesante y satisfactorio cuando lo hacemos creativo.
   * Ten en cuenta la creatividad y deliberadamente insértala en tu día. No sólo te vistas, exprésate!. Usa tu armario para pintar tus sentimientos o un marco para plasmar tu estado de ánimo. Incluso presta atención a la manera de cepillarte los dientes.
    * La próxima vez que vayas manejando sola, no enciendas la radio, deja que tu mente divague y ve lo que te trae. O si estás tratando de entender un problema, ve si puedes encontrar una solución con solo permitirle a tu mente volar hacia nuevas y diferentes direcciones.