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martes, 13 de septiembre de 2011

Amando la Sabiduría por Margaret Starbird


Traducción del inglés al español

    Muchos pueblos antiguos honraban  la experiencia del chamán y la sabiduría extraída por este mediador a través del acceso a los reinos inconscientes  entre el mundo de lo visible y lo invisible. En los templos del dios griego Apolo, la gente descansaba en un rincón apartado e incubaban  la Sophia deliberadamente, entrando en meditación profunda y  trance, a menudo permanecían en este estado alterado de conciencia durante días o incluso semanas. Un sacerdote experimentado se acercaba al "buscador", de forma periódica e interrumpía su meditación para darle agua, evitando la muerte por deshidratación. A su regreso a la conciencia normal, el soñador a menudo compartía la sabiduría que había recibido a través del trance o la visión durante su período de reclusión.

    En su libro
, In the Dark Place of Wisdom, Peter Kingsley describe esta práctica de incubación  entre los antepasados ​​de la civilización occidental, a veces en cuevas y grutas, a menudo en los templos. Estos "amantes de Sophia" cultivaron una profunda vida interior y conocimiento relacionados con el rico contenido de su inconsciencia. Honraron  la "sabiduría del cuerpo" extraída en este estado alterado a través de la intuición y la visión.

    Recordemos las historias de los héroes griegos visitando uno u otro oráculo; el más famoso fue el Oráculo de Delfos en el templo de Apolo, donde la pitonisa daba enigmáticos mensajes y advertencias sobre el futuro. Las sociedades antiguas tomaban estas expresiones muy en serio, como una comunicación directa con lo Divino. Como cultura, honraron su conexión con el reino de lo oculto, accesando a él a través de las artes meditativas, estando en conexión con la Fuente y los ritmos del mundo natural.

    Recuerdo ahora la desconexión tan radical con estos valores en el siglo 21, tan visible durante el tsunami de 2005 que azotó las costas del sudeste asiático; mientras los animales sentían el peligro y todos corrían a terrenos más altos, miles de turistas curioseaban el fenómeno de las playas que de repente se secaron y salieron corriendo a buscar la ola gigantesca. Nuestras cabezas están, aparentemente, tan alejadas de nuestro cuerpo que no podemos percibir las vibraciones peligrosas, que son evidentes para los elefantes y los monos.


Copyright Margaret Starbird 2010
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An excerpt from, Love of Learning by Margaret Starbird, a leading researcher into the true history of Mary Magdalene.  She is the author of numerous related works, including: The Woman with the Alabaster Jar: Mary Magdalene and the Holy Grail.  www.MargaretStarbird.net Published in Love of the fifth Spiritual Paradigm, published by The Oracle Institute