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martes, 27 de septiembre de 2011

AMOR 7: Amando a la familia, amigos y a nosotros mismos por Elena Moreno



 Traducción del inglés al español

       Una madre sacrifica su bienestar por su hijo. Los hermano comparten un riñón. Un amigo estará con nosotros en los momentos más difíciles. 

       El amor espiritual que sentimos por nuestros amigos y familiares es un tipo de amor que supera las atracciones y emociones personales. En la comodidad  y confianza de la familia o amigos somos capaces de mostrar una autenticidad personal que excluye las máscaras, los juicios y el miedo. Las ideas en común, experiencias compartidas y creencias mutuas nos ayudan a crear fuertes lazos de reciprocidad y modelos de vida. El amor a este nivel lleva a la intimidad que trasciende la personalidad de nuestro ego y nuestras emociones.

       Sorprendentemente, este amor no es sentimental en la naturaleza. Mejor dicho, está conectado, es íntimo, seguro y de autoafirmación. Amar de esta manera siempre te hace sentir que eres más humano. Y eso a la vez permite a los demás expresar su amor por nosotros. Es una poderosa bendición compartir nuestro ser con los demás y mostrar un amor incondicional por ellos. Este amor es como el viento - una fuerza invisible que percibimos en el baile de las hojas y el movimiento de las nubes. Lo vemos en un cálido abrazo, un beso apasionado y en las lágrimas de duelo por la muerte. Ese gran afecto que sentimos por nuestros seres queridos es inconmensurable e incondicional. Ese amor es profundo en nuestra alma - podríamos sacrificar nuestra vida por ellos.

       Aún así, muchas veces el amor más espiritual puede y se va deteriorando en las emociones superficiales y el ego. Las personas que más amamos pueden también causarnos el mayor dolor. No hay palabras que puedan herirme tan marcadamente como las de mi madre. Nadie puede herirme tan profundamente como mi marido. A pesar de nuestro profundo amor espiritual, en la vida cotidiana tenemos grandes expectativas, conflictos y necesidades insatisfechas. En consecuencia, nuestra familia y amigos nos pueden decepcionar, enfurecer, sorprender o frustrar. A veces, incluso, ni siquiera nos gustan algunos de nuestros familiares. Sin embargo, no importa lo mucho que nuestros amigos y familiares nos hieran, no permitiremos que alguien diga una mala palabra sobre ellos y en caso de emergencia estaremos ahí para tender una mano, no importa lo furiosos que podamos estar.

       Para amar a los demás, necesitamos también sentir amor incondicional por nosotros mismos; cuando esto sucede, somos a la vez el amante y el amado. El amor por uno mismo insiste en que nuestro comportamiento sea impecable, hace que nuestro trabajo sea excelente y que vivamos con integridad. El amor por sí mismo no permite la violencia en su nombre ni el abuso de otros. Para desarrollar una cultura de amor personal hay que respetarse a sí mismo y a los demás. Todos tenemos que aprender a aceptar los cumplidos con tanta facilidad como nos tomamos las críticas. No dejemos contaminar nuestra percepción personal de quienes somos, para evitar caer ante el pesimismo de la duda, la inseguridad o el miedo. Un elemento clave del amor propio es perdonar nuestros errores y aprender las lecciones de la vida. Todo lo que necesitamos saber sobre el amor ya está dentro de nosotros. Sólo tenemos que confiar en nosotros mismos lo suficiente como para escuchar la voz de nuestro corazón.

       Todos necesitamos saber que somos queridos. Por desgracia, cuando tenemos la oportunidad de conocer a alguien nuevo, con frecuencia esperamos una señal de la otra persona antes de mostrar algún interés. Esto lo hacemos porque tenemos miedo de no obtener una respuesta positiva. Pero no debemos esperar a que la otra persona actué primero. Debemos superar nuestros miedos y dar el primer paso porque las correspondientes recompensas de amor y amistad superan cualquier riesgo al rechazo. Cuando veamos el nuevo vecino o un invitado desconocido en una fiesta, debemos ofrecerle una amplia sonrisa y presentarnos. El amor es una energía que debe fluir para unirse con los demás; de otra manera se seca, se endurece y daña. Sólo el amor expresado llega a manifestarse realmente.

Para practicar:
  • Vuelve a conectarte con las personas que amas; esfuérzate en ser un buen esposo(a), padre, madre, hijo(a), hermano(a) y amigo(a).
  • Sé afectuoso con tus seres queridos y hazles saber lo mucho que significan para ti.
  • Expresa tu gratitud por las cosas especiales que han hecho por ti y los sacrificios que han realizado en tu beneficio.
  • Amate. Haz algo especial que fortalezca tu sentido de autoestima.
  • Aprende a aceptar los cumplidos con un simple "gracias" y a escuchar las críticas con un oído honesto y un corazón optimista.