Sentirse bien es primordial para realizar con entusiasmo
nuestras tareas diarias y disfrutar más la Vida, por eso esta semana empezamos a publicar artículos
sobre temas de SALUD. Ahí encontrarás recomendaciones de la doctora
naturista Elena Moreno, sobre varios tratamientos con productos naturales que
son más efectivos y menos costosos.
Traducción del inglés al español
Uno de los mayores problemas en la medicina actual es la limitación de los antibióticos químicos. Más y más personas están muriendo por infecciones y enfermedades que alguna vez fueron curables. Cada vez que usamos un antibiótico químico en medicamentos, para lavarnos las manos u otros productos antibióticos personales o incluso cuando comemos aves de corral o carne de otros animales que han sido medicados con antibióticos, les enseñamos a los gérmenes y a las bacterias como vencer y hacer inútiles a los antibióticos.
Además nuestras defensas naturales se debilitan debido a que estos compuestos farmacéuticos matan a las bacterias amistosas dejando a nuestro cuerpo indefenso contra los gérmenes que causan enfermedades.
El Centro para el Control de Enfermedades dice: "Casi todos los tipos de bacterias se han vuelto más fuertes y menos sensibles al tratamiento con antibióticos, cuando realmente se necesitan". Estas bacterias resistentes a los antibióticos pueden propagarse rápidamente a los miembros de la familia, compañeros de escuela o de trabajo, amenazando a la comunidad con una nueva cepa de la enfermedad infecciosa que es más difícil de curar y más costoso su tratamiento. Por esta razón, la resistencia a los antibióticos es una de las principales preocupaciones del Centro de Control de Enfermedades.
La mayoría de los antibióticos químicos están hechos de un solo compuesto, mientras que los antibióticos naturales tienen docenas de compuestos que los hacen demasiado complejos para la mayoría de los gérmenes y les es difícil neutralizar la eficacia de los diferentes compuestos o encontrar la manera de sintetizar la hierba para hacerla ineficaz.
Hay una serie de plantas que tienen fuertes propiedades antibióticas que debe convertirse en tu primera línea de defensa contra las infecciones bacterianas. Sólo debemos recurrir a los medicamentos cuando sea absolutamente necesario. Para ayudarte a depender menos de los productos farmacéuticos, cada semana Destellos del Saber publicará un artículo de salud para que lo agregues a tu arsenal de tratamientos médicos en casa.
El HUMILDE AJO es considerado por muchos como la hierba más potente para el tratamiento de las infecciones y enfermedades resistentes. El ajo es muy poderoso porque tiene un amplio espectro de compuestos que han demostrado su acción antibiótica. Y a diferencia de muchos de los antibióticos fabricados, el ajo ha demostrado que también puede ser eficaz contra muchos virus.
BUENO PARA: El ajo estimula el sistema inmunológico, reduce la presión arterial y los altos niveles de colesterol. Muchos estudios incluso han demostrado que el ajo es bueno para combatir las infecciones intestinales y estomacales, los parásitos intestinales, el cáncer, estrés, agotamiento, envejecimiento y las infecciones cutáneas por hongos.
COMO ANTIBIOTICO: El ajo es eficaz contra Campylobacter spp, Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Candida albicans, la tuberculosis, Streptococcus spp, Salmonella, la influenza B, y algunos tipos simples de herpes. Incluso se ha demostrado su eficacia contra la meningitis criptocócica y la encefalitis viral.
CÓMO USARLO: La mejor manera de utilizar el ajo es en cápsulas inodoras o tabletas de gel. Tomar de dos a tres cápsulas al día como un régimen diario y asegurarse de usar mucho ajo en la comida; especialmente disfrutarás el ajo finamente picado en ensaladas.
CON FINES MEDICINALES: como antibiótico se deben consumir 28 cápsulas de ajo al día.
Puedes usar el ajo fresco en los jugos, pero debes ser prudente porque el jugo de ajo fresco es muy fuerte y puede provocar reacciones, incluyendo el vómito. Empieza con medio diente de ajo en un jugo recién hecho de tomate, perejil, apio y zanahoria. Si eres capaz de tolerar el medio diente de ajo, poco a poco puedes aumentar la cantidad de ajo fresco. No recomiendo que tomes el jugo de ajo sin diluir.
Un excelente remedio para los resfriados y la gripe, es la sopa de ajo. Fríe en aceite de oliva una gran cabeza de ajo, previamente pelado cada diente, dos cebollas blancas picadas, un puñado de perejil picado y/o apio. Después de que la cebolla se transparente, agrega cuatro tazas de agua, caldo de verduras o caldo de pollo. Déjalo hervir a fuego lento durante 15 minutos, licuar y colar. Añadir pimienta de Cayena (tanto como puedas tolerar) y sal al gusto. También puedes agregar jugo de limón o lima al servir. Beber el caldo caliente durante todo el día.
OLOR: Para combatir el mal olor trata de usar las cápsulas de ajo sin olor. También puedes comer perejil fresco y apio para ayudar a neutralizar el olor.
