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jueves, 23 de febrero de 2012

6 Consejos para cuando es difícil meditar por Meryl Davids Landau


Esto es lo que sucedió cuando fui a meditar el otro día: El teléfono sonó cuando estaba a punto de comenzar. Pensé que ni siquiera había cerrado mis ojos todavía, así que contesté. Finalmente, después de terminar la llamada, tuve que buscar por todas partes el encendedor para prender mi vela. Luego me senté y por un momento entré en calma, pero fui sacudida por el claxon de un coche en el exterior. Más o menos cinco minutos después, me di cuenta que tenía que ir al baño.

Por desgracia, esta no fue una sesión poco común - y fue una ocasión en la que en realidad tenía todo para poner meditar, que admito no es todos los días. Como muchos de ustedes se que "debería" meditar más a menudo. Estos desplazamientos a la conciencia traen calma y paz interior, los científicos han demostrado que la meditación regular disminuye la presión arterial, reduce las hormonas del estrés, aumenta la materia gris del cerebro y, de acuerdo con un estudio reciente, reduce los costos de salud.

Pero para la mayoría de la gente - yo entre ellos - meditar es un desafío. Estamos tan inmersos en nuestras ocupaciones, que la idea de parar y tranquilizarnos puede que aún no esté en nuestras mentes. O si así es, puede ser difícil desconectar nuestro cerebro de manera tan abrupta. "He tratado de meditar y no puedo hacerlo", confesó recientemente una amiga amante del yoga. Yo sabía que quería decir: Ella trató de aquietar su mente y no lo logró, porque yo a menudo tampoco puedo.

Sin embargo, al estudiar con los maestros de la meditación y de concentrarme en mi propia práctica desde hace años, me he dado cuenta que su comentario se deriva de una falta de comprensión de qué es la meditación, y lo que no es. Esto es lo que me recuerdo a mí misma cuando las cosas se complican:

1. El objetivo es el espacio no el silencio
Swami Satchidananda, conocido por abrir con su canto el festival de Woodstock, dirigía a los meditadores diciendo ve lo que está sucediendo dentro de ti, conviértete en el observador... quédate quieto y mira lo que está sucediendo en tu mente y en tu cuerpo”. Nota que no dijo Calla tu mente loca” - porque eso es imposible. La meditación es observar tus pensamientos, no hacerlos que se detengan (aunque es posible reducir su velocidad). Cuando puedas ver esos pensamientos como algo separado de tí misma (en tu meditación y después durante todo el día), inevitablemente estarás menos atormentada por ellos.

2. Ama los sonidos pues no hay silencio
Después del forcejeo durante el inicio de esa irregular meditación, por fin me concentré en el ruido y los olores de mi alrededor. Los Maestros de  meditación por lo general sugieren buscar un lugar tranquilo para sentarse, pero la realidad es que aún en la recóndita esquina se escucha el tic tac de los relojes, el ronroneo del refrigerador, los ruidos de los vecinos, y sí, coches tocando el claxon. En lugar de luchar contra ellos, creo que es mejor utilizar estos sonidos para enfocarnos. La clave está en pulir los tonos y las vibraciones - en otras palabras, vivir el sonido  - en lugar de ponderar mentalmente su origen o significado.

3. Mostrando la mitad de la victoria
Una maestra de meditación, una vez me dijo que nunca terminara antes de mi horario preestablecido. "Si estabas planeando meditar durante 20 minutos, no te levantes después de  10", advirtió ella. Estás tratando de enseñarle a tu mente que no esté agitada siempre. Deja correr tu meditación, seguir el tiempo del reloj no es una buena idea al impartir esta lección. Sin embargo, si esos 20 minutos son un martirio para ti, está bien si planeas 10 para la próxima vez.

4. No siempre vas a permanecer en el 'vacío'
Deepak Chopra utiliza este término para describir el espacio de felicidad y tranquilidad que pensamos que es la meditación. Pero puedes tener una sesión maravillosa sin estar allí. Considera que tu práctica es un éxito si observas, aunque sea una vez, que hay espacio entre tus pensamientos o mantra, este es el lugar donde reside la conciencia pura y el simple hecho de ver que está ahí es suficiente.

5. Atesora tu esfuerzo
Si te juzgas a ti misma, porque la meditación no va por el camino que habías planeado, te estás separando de tu elevado ser espiritual que te adora. Esto es irónico, pues la conexión con esa esencia es, en primer lugar, la razón por la que estás meditando. En su descripción de meditación, el Centro de Asesoría de la Universidad de Rochester recomienda ser " tan pacientes en el proceso como sea posible". Tu ser superior está de acuerdo, sin duda.

6. Vigila los cambios en tu vida
En el fondo, el objetivo de una práctica exitosa no es lo que sucede en el cojín (o la silla - ninguna ley dice que porque los antiguos hindúes se sentaban en el piso, tú también tienes que hacerlo). El verdadero propósito de la meditación es influir en otras partes de nuestra vida, permitiendo  - a través de la creciente habilidad de separarnos de nuestros pensamientos errantes - un flujo de serenidad y de conexión. Si notas que la paz ha estado en alguna parte de tu día, considera tu meditación como un triunfo.

Meryl Davids Landau is the author of the new spiritual women's novel, "Downward Dog, Upward Fog," which was recommended by Yoga Journal's Buzz Blog and the Science of Mind national newsletter. ForeWord Reviews calls the novel "an inspirational gem that will appeal to introspective, evolving women. Read excerpts at www.DownwardDogUpwardFog.com. Meryl also writes for O: the Oprah Magazine, Whole Living, Reader's Digest and other national magazines.

Photo credit:
YOGA #5
© Adam Borkowski | Dreamstime.com