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martes, 3 de abril de 2012

EL PODER DE TU PALABRA por Ma. Elena García



En el DON de la palabra está puesta la fuerza misma de la Creación. Toda idea tiene su origen en la mente y al expresarla se imprime en el Éter y se hace realidad. En la Biblia se menciona que el Verbo se hizo carne; en El Kybalión, libro de enseñanzas herméticas del antiguo Egipto, dice que todo es Mente,  todo vibra, toda causa tiene su efecto y viceversa. El Verbo crea, el Verbo plasma, el Verbo se hace vida. Por lo tanto, cada uno somos responsables de la manera en que somos y estamos, pues es el efecto de nuestros pensamientos, palabras y acciones provocadas por las energías que pusimos en movimiento.

Cuando pronunciamos palabras altisonantes, descalificadoras, ofensivas u otras similares, estamos  delimitando la vibración a un tono bajo y al hacerse repetidamente crea una onda estacionaria de frecuencia que cuesta mucho cambiar. La manera en que nos expresamos se nos hace tan común porque hemos vivido haciendo lo mismo durante muchos años. Frecuentemente escuchamos frases como “no tengo dinero, no tengo tiempo, estoy enfermo, no encuentro trabajo, no puedo vivir sin tal medicamento, no soy tan inteligente como tú, bla, bla, bla” Entonces ¿Cómo pretendemos tener una vida exitosa y feliz si cada día irresponsablemente afirmamos lo contrario? ¿Te das cuenta de cuánto daño nos infringimos a nosotros mismos sin saberlo?

Por eso debemos tomar conciencia de toda idea que salga de nuestra boca y controlar lo imperfecto. Cualquier cambio implica esfuerzo pero el resultado dará sus frutos y vale la pena realizarlo. Por ejemplo, si a diario escuchamos cierta estación de radio, siempre oiremos la misma programación, pero si queremos cambiar, por un simple acto de nuestra voluntad giramos el botón y sintonizamos otra frecuencia. Eso mismo puedes aplicarlo en tu vida, mediante tu voluntad podrás cambiar tu propia frecuencia para elevar el tono de tus palabras y dejarás de tener pláticas ociosas, insidiosas e inútiles que solo dejan vacío y desánimo.

Por supuesto que al afirmar algo, no significa que vaya a suceder por arte de magia, tienes que poner Fe, Voluntad y Acción. Fe en que vas a lograr lo que te propones, Voluntad para hacer los cambios necesarios y realizar las Acciones pertinentes para alcanzar tu objetivo. Si tu deseo es estar sano, las medicinas alópatas no son la solución; cambia tus hábitos alimenticios, come lo más natural que puedas, haz ejercicio, evita fumar o cualquier otro vicio que dañe tu cuerpo. Si quieres abundancia enfócate en conseguirla en lugar de quejarte de la escasez.

Por otro lado, algo que siempre debemos recordar es que no estamos solos, somos individuos con libre albedrío pero no por ello independientes. A nivel humano dependemos de las personas, los animales, las plantas, la tierra, el agua, el aire, el fuego y muchas otras cosas para poder sobrevivir en esta dimensión. En lo espiritual es igual, somos partículas Divinas Únicas e Individuales pero conectadas al Creador, Dios, La Naturaleza, o como le quieras llamar según tu concepción de lo sagrado. Seguramente haz escuchado estas frases:  “cuando decides hacer algo, todo el Universo se confabula para que se manifieste” “Dios dice: Ayúdate que yo te ayudaré”.   

Cada día tómate un tiempo, aunque sean unos pocos minutos, y usa tu voz para agradecer al Creador todo lo que tienes y pedir ayuda en tus necesidades. La palabra es Sagrada, es Poder, mueve Energías y por eso debemos usar ese DON con Responsabilidad y Consciencia, pues todo lo que decimos o hacemos tiene sus consecuencias positivas o negativas, según la intención que le ponemos y tarde o temprano regresarán a nosotros como un búmeran, pues el principio de causa y efecto siempre se cumple, nada escapa a la Ley.

Autoanalízate, al final del día haz un balance: ¿Qué decretaste para ti, para tus hijos, tu pareja, tus amigos, tu comunidad, tu país? ¿Fue útil, bueno, verdadero, necesario? ¿Qué porcentaje de todo lo que oíste fue positivo, cuánto fue negativo? ¿Cómo te sentiste en cada caso? ¿Te sirvió para mejorar como Ser humano?

Por favor, ¡esfuérzate en ser FELIZ!