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martes, 25 de octubre de 2011

AMOR 11: La reconstrucción del amor: En busca de la gravedad por Elena Moreno

Traducción del inglés al español

¿Qué hacemos cuando una relación se está desmoronando?

El amor y el odio son los extremos opuestos de la misma emoción. Esto significa que podemos experimentar no sólo los dos extremos, sino también todos los grados intermedios.

Cuando nos estamos enamorando, nos predisponemos a ver únicamente lo bueno en nuestra pareja. El amor no es un ejercicio intelectual y en las primeras etapas del amor no usamos el pensamiento crítico, sólo nos dejamos llevar por el sentimiento.

Igualmente cierto es que cuando estamos enojados o  desenamorados nos predisponemos a encontrar sólo lo malo del otro. La verdad, por supuesto, está en algún lugar intermedio. Una vez que hemos amado, todos los elementos que crearon ese Amor siempre van a existir, a pesar de que podamos tener problemas para encontrarlos en los tiempos difíciles.

¿Cómo reconstruir una relación que está en conflicto o lucha? Incluso una buena colaboración puede resultar problemática. El amor no siempre se puede reparar. La gente cambia, las circunstancias evolucionan y la vida pasa. Como Ritianne Muscat escribió: "Darle a alguien todo tu amor no te asegura que tenga que corresponderte igual."

La buena noticia es que podemos construir algo nuevo de lo viejo. Todo está en movimiento y cada cosa cambia; de tal manera que si podemos vibrar de bueno a malo, también podemos cambiar la situación de mala a buena. Si somos capaces de permitir el crecimiento y la evolución, nuestra relación se puede ampliar, transformar y volverse más fuerte, especialmente si el componente espiritual sigue siendo viable. El amor espiritual es distinto del amor físico y emocional, los cuales son flexibles y varían con el tiempo. El amor espiritual no está sujeto a condiciones o cambios, sólo es.

Una mujer joven me confesó que echaba de menos su antigua relación. "Él era muy divertido. Muy libre".  Le recordé que cuando ellos se conocieron eran estudiantes universitarios, ahora su marido tiene que trabajar para pagar la hipoteca, cuidar de ella y de los tres hijos. Las circunstancias cambian y en las relaciones se reflejan esos cambios. Lo diferente no es necesariamente malo, es simplemente diferente. No podemos esperar recuperar totalmente lo que había al principio de nuestro amor, pero sí construir una nueva relación sobre bases antiguas que se desarrolle, madure y que satisfaga nuestras necesidades de hoy.

¿Qué sucede cuando hay un problema? Tal vez, nuestra pareja no se da cuenta de que hay un problema. Tal vez ni siquiera podemos expresar lo que nos está molestando. Tenemos que averiguarlo. ¿Cómo podemos corregir lo que no podemos nombrar? Una vez que sabemos lo que nos molesta, tenemos que decírselo a nuestra pareja, sin olvidar admitir nuestra parte en el problema. Sí, nunca es culpa de una sola persona. Y debemos recordar que no se trata de culpar a alguien, sino de encontrar soluciones. Tal vez él o ella ve el problema de una manera diferente.

Recuerdo una pareja que me pidió que mediara en un momento difícil en su matrimonio. Él me dijo que el problema era el sexo, tres días a la semana no era suficiente. Ella me dijo que el problema era el sexo, tres días a la semana era demasiado. Ellos veían la misma situación desde una perspectiva diferente y cada uno tenía diferentes expectativas. Obviamente, había que negociar.

Es muy difícil negociar una solución, si hemos perdido el sentimiento amoroso hacia nuestra pareja. Así que, ¿Por dónde empezamos? Empezamos por el principio. Tenemos que volver atrás y encontrar la "gravedad" original de nuestra relación y volver a conectar con lo que nos atrajo de nuestra pareja en primer lugar. Recuerda que el Amor es Gravedad: el poder de la atracción. En la física, la gravedad se define como la fuerza que atrae  un cuerpo hacia otro que tiene masa física. El amor es el poder que nos llama a unirnos o relacionarnos con alguien. Experimentamos esta atracción todo el tiempo en diversos grados y en muchos niveles: la pasión, el afecto, el deseo, el cariño y el acuerdo. Ciertamente, el amor adquiere la apariencia de muchas formas. Entonces, ¿Qué nos provocó? ¿Qué nos pareció atractivo de nuestra pareja en un principio? ¿Por qué fue lo suficientemente atractivo como para que deseáramos atraerla a nuestra vida? Tenemos que volver atrás para ver cuáles eran y son las cualidades que amamos de nuestra pareja y que nos unieron. Y también qué causó que nuestra pareja nos amara. ¿Cómo  podemos traer esos rasgos de vuelta a este escenario actual?.

En segundo lugar, hay que comprometerse el uno con el otro y con la relación. Necesitamos recordar que elegimos estar juntos. Debemos querer hacer que funcione. Cualquiera que sea la razón,  cerramos o atenuamos nuestra atracción hacia la otra persona y viceversa. Nuestra tarea consiste en abrir de nuevo lo que ya está cerrado. Para tener éxito, debemos explorar porqué sucedió eso. ¿Sabemos por qué? ¿Podemos hablar de ello? ¿Podemos trabajar juntos para encontrar soluciones?

En tercer lugar, tenemos que enfocar la energía en un plan de acción acordado. No se trata sólo de salir a cenar un sábado por la noche. Diariamente ambos tenemos que darle a la relación tiempo y atención. Cuando desatendemos las fuerzas que nos unen, comienzan a disolverse. Una vez que comienzan a declinar, tenemos que hacer un esfuerzo extra para reparar los daños. Esto significa cuidarse mutuamente y también a lo que es importante para ambos.

Una vez que identificamos el problema, debemos  tratarlo en el nivel adecuado. Un problema físico requiere de una solución física, un problema emocional requiere una solución emocional y un problema espiritual requiere una solución espiritual. Por ejemplo, si necesitamos que nuestra pareja nos dé más tiempo de calidad, el regalo de un brazalete de diamantes no  ayudará. Lo que realmente necesitamos es un viaje de fin de semana íntimo que inspire el diálogo y la cercanía. Una crisis que afecta a todos los niveles de la relación, como la infidelidad, requiere de un ataque a todos los niveles. Ese tipo de situaciones sacude una amplia gama de emociones que cimbra la relación desde sus cimientos y tenemos que trabajar duro para reconstruir la atracción física, la confianza emocional, el afecto y reforzar nuestra unión espiritual.

No pretendo sugerir que todo problema puede resolverse. Sin embargo, si trabajamos con lo mejor de nosotros y lo mejor de nuestra pareja , podemos atraer soluciones para el cambio. Luego, cada día será mejor y, con el tiempo, una nueva relación surgirá.

Para practicar:
  • Busca maneras de renovar tu relación y pon en práctica algunas de las sugerencias.
  • Utiliza la meditación y la oración para identificar las fortalezas fundamentales de tu pareja.
  • Entiende por qué tu pareja se enamoró de tí. ¿Cómo has cambiado?
  • Escribe una carta de amor, un cuento o un poema para ilustrar lo que tu pareja significa para tí.