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martes, 25 de septiembre de 2012

La Magia, S. Maestre De la Ferriere

  • El peregrinaje es un acto de magia transformativa
  • Dr. S. Raynaud de la Ferriere: La Magia
  • El Rector, Domingo Días Porta
VIVENCIAS DE LOS PEREGRINOS – 5
Documentos de un Saber Trascendente LA M A G I A 

EL PEREGRINAJE es un acto de magia transformativa. Por lo tanto, deben tomarse en cuenta las reglas de esta reina de las ciencias. En primer lugar, la preparación. Segundo, la protección. Tercero, el paso inicial (“un viaje largo empieza con un paso corto”, refrán chino.) Cuarto, sostener el rumbo hacia la meta, sin dejarse atrapar ni desviar por pruebas, tentaciones, decepciones, dificultades. Quinto, el trabajo al llegar a la meta. Sexto, el retorno como debe ser. Y séptimo, asimilar la enseñanza, el alimento recibido durante la jornada; poner en práctica un proceso transformativo diario y permanente, sin ceder ante la rutina y el ambiente adormecedor, acompañado de una meditación de recapitulación.

De lo contrario sería un tiempo perdido. Todos vivimos etapas de ermitaño y de peregrino a lo largo de la vida: en casa o viajando. Para transmitir una visión correcta, citemos la palabra autorizada del Hermano Universal de la Humanidad, el Dr. S. R. de la Ferriere desde su texto: La Magia (Propósito Psicológico No. 22, de una serie de 36), seguida de nuestros comentarios. En la primera página, el Maestre hace una exposición magistral de la esencia de la Alta Magia, noble y auténtica:

 Dr. S. Raynaud de la Ferriere: LA MAGIA
El período de finales de diciembre no puede dejar insensibles a los pueblos de Occidente. No es solo la Navidad festejada en su aspecto vulgar y material, ya que son numerosos quienes de todos modos realizan el verdadero sentido de la conmemoración del nacimiento de un Mesías; es aún todo el misterio que va unido a la llegada del Cristo Jehsu. En el diario católico “El Voto” de Francia, enero de 1958, se puede leer:

 “La luz resplandeciente de Belén, la fulgurante estrella de los Magos, vino en esa época de Navidad y Epifanía, a calentar nuestra fe, a orientar nuestros corazones hacia las realidades sobrenaturales de nuestra redención, a consolidar, en fin, las razones de nuestras esperanzas y de nuestra caridad.” 

Esa Luz de Belén encierra un gran símbolo: en primer lugar, esa Fuerza magnética del Lugar predestinado como epicentro a recibir la Fuerza de Arriba, simbolizada por esa “estrella” entrevista por los Magos. En segundo lugar, esa “estrella”, objeto de tantos comentarios. Un planeta, quizás Venus, ubicado en un lugar del cielo bien especial (como un signo zodiacal), un cometa indicador de un acontecimiento importante, o muy simplemente una imagen simbólica, una representación figurada, para hacer comprender que los Iniciados habían establecido un “horóscopo”, buscando con la ayuda de la astrología el advenimiento desde largo tiempo previsto: la llegada de un Instructor.

 En fin: Iniciados, Maestros, Maestría, Magisterio… En una palabra: “Magia.”El gran Arte Sagrado, la Ciencia Suprema: la “Matesis” (el dominio de las tesis), el Magisterio, la Magia, se manifestaba en plena luz y para servir de punto de partida a esa mitología cristiana. Los Tres Magos, emblema de los tres Grandes Colegios Iniciáticos: Europa, Asia y África, se presentaron cargados de oro, incienso y mirra. Ese Triple Magisterio, reunido en ese lugar del Cercano Oriente, justamente en la encrucijada de los tres continentes, simbolizaba igualmente por sus atributos, a las tres grandes Ciencias Superiores: Alquimia, Astrología y Magia. La Astrología (incienso) es la Ciencia de arriba, el estudio del Cielo y la influencia del Cosmos sobre el hombre; la Magia (mirra) la Ciencia de aquí abajo, el control que puede ejercer el ser humano sobre los elementos; la Alquimia (oro) permite la transmutación (no solo de los metales) en el sentido de la gran Obra Espiritual, para reunir el principio de abajo al principio de arriba.

 El Rector, Domingo Días Porta:
De la lectura de esos pocos y elocuentes párrafos cosechamos lecciones inspiradoras sobre la naturaleza y función de la Magia en su acepción más elevada. Empecemos por el primer párrafo: bajo el título de su obra: LA MAGIA, el Maestro entra en materia hablando directamente de la Navidad y del misterio que envuelve al Cristo. ¿Qué nos sugiere? Que la Navidad es un acto de magia, su misterio se descifra estudiando la Magia. No la magia vulgar en busca de satisfacciones egoístas, ni tampoco malabarismos de teatro. Habrá quienes se extrañen de que un tratado de magia empiece hablando de la navidad. Es que se trata de la Magia del poderoso Mago Divino, Dador de la Vida, que oye y responde con omnipotencia y omnisapiencia. Un concepto diferente de magia, muy antiguo. Los investigadores coinciden en que magia y religión van de la mano, tienen puntos en común pese a sus diferencias.

El segundo párrafo, y como lógica consecuencia, menciona la luz resplandeciente de Belén, la fulgurante estrella de los Magos, que vino a calentar la fe y a orientar los corazones hacia la redención. Nos da así a entender que ese acontecimiento está relacionado con el cielo, con los astros, en fin: con la Astrología en su sentido místico.

En el tercer párrafo se entrelazan esos dos hechos: Abajo el lugar, Belén, y Arriba la Fuerza: la estrella, planeta, cometa u horóscopo: poder cósmico e intervención de los Magos Iniciados para determinar fecha y lugar del advenimiento tan esperado en la Tierra, Abajo, a través del estudio del Cielo, Arriba. Se nos hace ver que hay una Fuerza estelar Arriba, descendiendo, y una Fuerza magnética, telúrica, del lugar predestinado, Abajo, recibiendo, para dar forma y destino a esa Luz descendente.

 En el cuarto párrafo se corrobora la intervención de la Magia y por lo tanto de los Maestros Iniciados. Aunque es una corta frase, sin embargo es rica en contenido, en insinuaciones: ese acontecimiento, después llamado Navidad, no ocurrió automáticamente; además de ser expresión de la Voluntad Divina, hubo intervención humana. Como la tierra sedienta y sus criaturas después de una larga sequía, claman al cielo y el cielo responde con lluvia, así el clamor humano de aquellos tiempos de imperios, guerras, esclavitud, violencia, miseria y sufrimiento, recibió en el tiempo justo esa luminosa respuesta, esa lluvia espiritual desde Arriba.

 Clamor que no ocurrió de manera dispersa, sino que fue concentrado y encauzado por Magos Sacerdotes, Hierofantes, Maestros Iniciados, por medio de trabajos de Alta Magia, de Teurgia, de actos litúrgicos dirigidos a los planos superiores de la Creación. En el quinto párrafo esto se confirma: la Magia se manifestaba en plena luz en ese tiempo: el acto supremo de la Alta Magia, Magia Divina, consiste en invocar y atraer la Luz sublime a la Tierra en el tiempo preciso, a la Hora señalada, en el lugar predestinado. Para lograr la encarnación del Verbo, Guía supremo. Así la Alta Magia se puso al descubierto, entró en acción en el mundo.

El siguiente párrafo deja entrever el modus operandi, la metodología, el mecanismo teúrgico empleado por los Magos para lograrlo: tres Colegios Iniciáticos, uno en cada continente, activaron el Triple Magisterio: reunidos altos jerarcas y Magos en asamblea consultiva en cada región, estudiando los cielos, los ciclos del tiempo cósmico y planetario, y la situación de los pueblos, confirmaron que el momento había arribado para asumir su responsabilidad, usando los poderes sagrados de que estaban dotados; así harían llegar a Lo Alto su Mensaje en nombre de la Humanidad. Con ese fin realizaron sus operaciones de Alta Magia.

Hoy apenas alcanzamos a imaginarnos en qué consistirían esos potentes procedimientos que ayudan a convertir la luz del cielo en presencia humana dignificada. De este modo confiados, con fe plena y la seguridad que da el conocimiento de las tres Ciencias Superiores, se pusieron en marcha hacia el Lugar que ellos en su clarividencia detectaron, guiados por la celeste Luz. No iban a abandonar sus tierras sin estar seguros del rumbo y del objetivo. No eran reyes de pueblos y tierras, sino Reyes Magos, reyes de sí mismos, su reinado era de espíritu. Po eso viajaban solos, sin séquito, sin ejércitos. Procedentes de los tres continentes, se reunieron en el camino, como previamente habían acordado; preguntando llegaron al fin de tan largo viaje al sitio preciso, al humilde lugar convertido en santuario y morada divina, donde la luz se hizo carne. Y entregaron a aquel que había nacido de nuevo, el Anciano de los Días en su nueva encarnación, los poderes divinos otorgados por esas Ciencias, para que cumpliese su Misión venciendo las fuerzas oscuras; para que así lograse la meta implorada y redimiese a la Humanidad del estado de ignorancia e impotencia.

 Hoy se repite la historia. El momento anunciado y esperado va llegando. Los estudios de Arriba y de Abajo lo confirman. El Lugar ha sido señalado. Dotados de conocimiento, de fe y confianza, acompañados del clamor de los pueblos, de la Madre Tierra y de sus criaturas, Peregrinos y Peregrinas se preparan, calzan sus sandalias, guardan en sus morrales los elementos solicitados. Los Ancianos Mayores arreglan el escenario. La Voluntad suprema ha de manifestarse en la forma que considere correcta. Que muchas veces no es como lo espera el ser humano en su inconsciencia.
 
Todos los acontecimientos actuales anuncian el parto apocalíptico. El desenlace se acerca…2012… Acto de Justicia de la sabiduría divina… La Madre Tierra será regenerada, los pueblos guiados al nuevo Edén, desde antiguo predestinado. Lo que antaño fue para pocos, en el futuro cercano será para muchos. Pentecostés Universal. Descenso del fulgor de nuestra galaxia. Ascenso de conciencia. Reinado del Espíritu Crístico…

Fuente:
http://www.wariruna.org/