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martes, 15 de enero de 2013

La profecía maya - El fin de una época, por la Dra. Elena Moreno


 Temprano, en la mañana del 21 de diciembre, más de 40,000 nativos mayas salieron de sus aldeas en la sierra y en la remota selva Lacandona de Chiapas. Caminaban en fila india en silencio absoluto hacia la plaza principal de las cinco ciudades más grandes del estado de Chiapas. Ahí fue leído lo siguiente:

     "¿Puedes escucharme?
      Es el sonido de tu mundo que se derrumba sobre sí mismo.
      Es el resurgimiento de nuestro mundo.
      El día que fue día, es noche.
      Y la noche será el día”.


Ningunas otras palabras fueron pronunciadas. Dieron media vuelta y regresaron en silencio a sus aldeas de origen.

¿Qué quiere decir esto?

La profecía maya no marca la destrucción del planeta, pero sí marca una época de transformación del mundo - el fin del mundo que hemos conocido.

¿Cuántos miles de años más de eventos climáticos tenemos que soportar, antes de que la gente se dé cuenta de que algo muy importante está sucediendo en nuestro entorno? Récords de temperaturas altas y bajas se registran en todo el planeta. Todos los días hay una nueva catástrofe natural - los incendios forestales, terremotos, tsunamis, tornados, sequías e inundaciones. Las capas de hielo se están derritiendo. Los océanos se están levantando. Las especies se están extinguiendo. ¿Podemos darnos el lujo de pensar que estos son sólo ciclos aleatorios que no tienen nada que ver con nuestro comportamiento?

Los cambios que el mundo está experimentando son mucho más que sólo físicos. Las comunicaciones, el internet y las redes sociales están cambiando la forma de conectarnos y obtener información. Ya no son un puñado de corporaciones e individuos capaces de controlar las noticias, los medios de comunicación, nuestras ideas y fantasías. En sólo unos pocos años muchos periódicos y editores han ido a la quiebra. Amazon.com ya vende más libros Kindle que libros impresos, lo cual es sorprendente teniendo en cuenta que hace cinco años, los lectores de libros electrónicos como el Kindle y I Book ni siquiera existían y los libros impresos han existido desde el siglo segundo antes de Cristo.

Para consternación de los gobiernos, la gente de todo el mundo está aprendiendo que tiene el poder. Los gobiernos están siendo derrocados. La gente exige su voz y sus libertades. La información vuela alrededor del mundo con sólo hacer clic en el botón "enviar". Los gobiernos ya no pueden reprimir el pensamiento y controlar el flujo de palabras e imágenes. Donde quiera que veamos hay revolución de ideas y de acciones.

El poder global se está moviendo a nuevas áreas de influencia fuera de los centros tradicionales en los Estados Unidos y Europa. Las poblaciones se preguntan si no es mejor tener menos poder y más principios. Los países se reúnen para buscar la manera de colaborar juntos y resolver problemas como el clima, las armas nucleares, la energía, la pobreza y la enfermedad.

Después de la crisis financiera, la gente y los gobiernos están cuestionando la dominación del mundo por unas pocas corporaciones. Incluso se ha sugerido que la gran batalla no es del liberal contra el conservador, sino las corporaciones globales contra el pueblo y los intereses públicos. La gente está cuestionando incluso la forma en que medimos el éxito. ¿Se trata sólo de la prosperidad o debemos también considerar la felicidad, la calidad de vida y la salud de nuestro planeta? Muchas naciones están empezando a preguntarse acerca de las políticas que apoyan abiertamente la codicia de unos pocos. ¿Cómo es posible que la mayor parte esté controlada por unos pocos a costa de tanta gente?

Todo se siente vacilante. Nada se siente sólido. Parece que ya no podemos confiar en el pasado como una referencia de lo que sucederá en el futuro. El cambio está fluyendo y nos lleva a un territorio desconocido. El viejo orden está llegando a su fin. Nuevas formas están resurgiendo.

Pero la revolución sólo será representativa de la gente si las personas jugamos un papel activo en la definición de la nueva normalidad. No podemos simplemente sentarnos y permitir que otros definan nuestro futuro. El poder y la influencia nos controlarán a menos que nos activemos y participemos en la transición.

El cambio empieza y termina con nosotros. Cuando cambiamos nuestro comportamiento, podemos cambiar nuestra forma de pensar. Así que las preguntas son: ¿cómo vamos a cambiar? ¿Qué vamos a hacer para  que nuestra vida y el planeta mejoren? ¿Cómo vamos a participar en las nuevas soluciones?

Si cada uno aportamos una piedra, o tan sólo un grano de arena, rápidamente construiremos el camino hacia un nuevo orden mundial.

¿Qué vas a hacer tú?

Copyright 2012 Elena Moreno Empowerment Weekly
 Todos los Derechos Reservados
Traducción del inglés al español hecha por