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martes, 22 de mayo de 2012

Reflexiones sobre el Karma Yoga por la Dra. Elena Moreno


                                                                     Traducción del inglés al español

Como mencioné la semana pasada, creo que para tener la mejor experiencia en Yoga necesitamos equilibrar nuestra práctica entre Hatha Yoga, Karma Yoga, Bhakti Yoga y Gnani Yoga. Todas ellas son igualmente importantes y el efecto combinado de la práctica de estas cuatro disciplinas traerá bienestar, buena salud, felicidad y placer a nuestra vida.

Centrémonos en el Karma Yoga.

Karma Yoga es una disciplina de toda la vida. En su forma más simple consiste en tomar decisiones y ejecutar acciones que traigan beneficio positivo para nosotros mismos y para los demás. Simplemente haciendo lo correcto por las razones correctas.

Primero debemos entender el poder de nuestras acciones y saber que somos responsables de las consecuencias de los efectos de lo que hacemos. El karma es como una semilla. Cuando plantamos actos, pensamientos o intenciones positivas, vamos a cosechar resultados positivos. Cuando plantamos acciones, pensamientos o intenciones negativas, vamos a cosechar resultados negativos. En ambos casos el resultado es generado directamente por nuestros actos, no es un accidente o por azar.

También es importante cómo plantemos la semilla. Se puede sólo poner en la tierra y esperar que ésta no sea demasiado pobre y que pronto llueva. O bien, podemos preparar el suelo, agregar mucha composta, plantar la semilla y luego mantener el huerto bien regado para que la semilla pueda crecer, madurar y ofrecer una cosecha abundante. En cada caso las semillas fueron plantadas, pero el nivel de atención, el esfuerzo y la intención determinarán la producción. El karma nos enseña que hay un resultado directo y específico generado por cada acción.
Los seres humanos actúan con libre albedrío para crear su propio destino. No hay accidentes fortuitos o acontecimientos afortunados. Nada pasa porque sí. Tenemos la capacidad de crear nuestras propias circunstancias con sólo adoptar medidas para avanzar en la dirección que queremos ir. Nadie obtiene una Maestría por casualidad, sólo por medio del trabajo duro. Nuestros sueños no se harán realidad a menos que tomemos medidas para ponerlos en movimiento. Antes de actuar hay que prever el resultado final.

Los efectos de nuestras acciones pueden verse de inmediato o después. Como causa y efecto, el Karma puede estar directamente relacionado con la acción inicial o también puede tener consecuencias indirectas. Te ayudo a arreglar tu camino de entrada y dos días después, cuando se me poncha una llanta, alguien se detiene inmediatamente para ayudarme a cambiar el neumático. Muchas filosofías creen que el karma, incluso se puede pasar de una vida a otra. Ellos creen que el Karma se refiere a la totalidad de nuestras acciones y sus reacciones concomitantes en esta vida y las anteriores, todo lo cual determina nuestro futuro en esta vida, así como nuestras vidas futuras. Disfrutamos ahora de una maravillosa vida, porque vivimos una buena vida en una encarnación anterior. O nuestra codicia y el pobre carácter en esta vida, significa que nuestra próxima vida será problemática.

El Karma Yoga se extiende también a nuestros hábitos personales. La buena salud no es un accidente. Ésta se genera a través de deliberados hábitos de comer y estilo de vida que crean vitalidad. Hay un yoga muy poderoso de amor y cuidado de nuestro cuerpo. También nos beneficia en gran medida crear un ambiente limpio y tranquilo donde vivimos. La suciedad y el caos generan un campo magnético oscuro. La belleza y el orden producen una brillante calma energética. Una vida bien vivida ofrece grandes recompensas.

La mayoría de las veces nuestro Karma es generado por nuestras pequeñas acciones, actitudes e intenciones. ¿Recuerdas el lugar que le robaste ayer a alguien en el estacionamiento? ¿O la forma grosera en que contestaste al empleado? Sí, estabas enojado, pero ¿Tenías que patear al perro? Cada gesto,  comentario sarcástico o acto de egoísmo crea un campo magnético que atrae la hostilidad correspondiente. Nadie quiere estar cerca de eso. La forma más fácil para cambiar la energía es causar un efecto mejor. Controla ese ego. Si tú y otra persona están compitiendo por el mismo lugar en el estacionamiento, cédelo a la otra persona, ¿Para qué generar hostilidad por un lugar donde estacionar tu carro. Y si las manzanas que compraste ayer están malas, regrésalas, pero no descargues tu frustración con el empleado. Sé amable. Sé cariñoso.

"Pero", dices, "los chicos buenos no ganan, debemos ser como tiburones". Al respecto te digo que el éxito económico y los beneficios del poder no reflejan necesariamente una vida bien vivida. A estas alturas deberíamos saber que el dinero no compra la felicidad o una buena noche de sueño.

Cuatro prácticas fundamentales de Karma Yoga.

1. En primer lugar, por supuesto, se trata de lo que ya hemos hablado; aprender a realizar conscientemente acciones positivas para crear efectos positivos y reducir el impacto negativo de nuestras acciones desconsideradas.

2. La segunda práctica del Karma Yoga, es practicar con consciencia el servicio impersonal como una forma de generar una vida mejor y la vida futura, no sólo para tí sino también para los demás. Servicio impersonal significa actuar sin esperar recompensa, reconocimiento o alabanza. En muchas tradiciones tibetanas, incluso se renuncia a todo beneficio personal, dedicando el mérito de sus acciones para aliviar el sufrimiento de los demás. O incluso puedes dedicar el mérito de tus acciones a una persona específica o una causa. El actor Paul Newman comenzó a vender su aderezo de ensaladas para recaudar fondos para "Nourish the common good”. Su principio rector era "la firme convicción de que dar es la mayor oportunidad y responsabilidad para mejorar nuestro mundo". Desde que comenzó en 1982, la marca de Newman ha creado gran abundancia y lo ha repartido todo, más de $ 330.000.000. Paul Newman, creyó en el reciclaje de sus bendiciones.

El servicio impersonal puede ser diseñado para ayudar a alguien que conozcas o a un total desconocido. No importa si es tu vecino de al lado, la sala de niños con cáncer o un perro sarnoso muerto de hambre – el servicio impersonal se trata simplemente de ofrecer amor, bondad y compasión - preciosos dones que en realidad nunca pueden regalarse, porque siempre regresarán.

3. La tercera práctica fundamental del Karma Yoga es la ecuanimidad, tratar a todos como seres iguales. Esto significa que reconocemos que cada persona tiene igual valor, no importa cuán importante o despreciable que sea. Esto nos obliga a mirar más allá de los detalles exteriores de la personalidad y la posición social, hacer a un lado nuestros prejuicios, juicios, odios o amores y ver a cada persona como un ser digno de nuestra bondad, compasión y amor. Es aprender a dar servicio a todos no sólo a aquellos que creemos virtuosos. Todo ser es digno de nuestro amor incondicional.

4. La cuarta práctica fundamental del Karma Yoga es el reconocimiento de la indivisibilidad de la VIDA,  es justo eso, la VIDA y somos una parte de ese todo. Cuando reconocemos este simple hecho entendemos claramente que cualquier violación en contra de cualquier forma de vida es una agresión directa sobre la nuestra y que cualquier acto que afirme la vida también mejorará nuestra vida. Este reconocimiento de la interconexión de toda la vida nos obliga a renunciar al chovinismo humano, que nos coloca por encima de todas las otras formas de vida y en su lugar se nos exige vivir en el respeto y apoyar a todos los seres vivos y sí, incluso a nuestro planeta y al universo.

Cuando practicamos el Karma Yoga descubrimos cómo mirar profundamente nuestro interior para entender nuestros motivos ocultos, actos e intenciones. Aprendemos a limpiar los escombros causados ​​por actos irreflexivos que produjeron consecuencias no deseadas. Y por supuesto, nos vemos obligados a entender y asumir la responsabilidad por el caos que se nos presente. Tal vez la "atención plena" es una de las consecuencias más poderosas del Karma Yoga, nos obliga a considerar y tomar decisiones bien pensadas, y también nos exige pensar acerca de por qué la vida sucede como lo hace y cómo podemos: 1) limpiar el desorden y 2) hacerlo mejor la próxima vez.

Mi consejo es sólo una breve introducción al Karma Yoga. Os animo a tomarse el tiempo para practicar y estudiar las complejidades y matices de esta importante disciplina del yoga. Por supuesto, recuerda que el Yoga nunca es un ejercicio intelectual o emocional, sólo mediante la práctica conseguiremos alegría y paz.

Al igual que Paul Newman, cada día debemos actuar para reciclar nuestras bendiciones, compartiéndolas con los demás.



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